Una bebida caliente, el fuego de la chimenea, una suave manta... ¡Ha llegado el invierno! En esta época del año, nuestra piel sufre los daños de las temperaturas extremas y necesita un cuidado especial.
Fuera de casa, frío y humedad, y en su interior, el aparato de calefacción o la estufa encendidos. La piel por sí sola no puede hacer frente a estas temperaturas tan extremas y requiere un cuidado especial.
Si en invierno proporcionamos una hidratación insuficiente a la piel, esta se seca, causando una desagradable sensación de tirantez.