Jugar no es una actividad secundaria al azar. Jugar es la principal ocupación de tu hijo.
Observando, tocando y probando las cosas, juega su camino en la vida. Paso a paso, tu hijo aprende sobre el mundo, sobre sí mismo, sobre las experiencias y las situaciones. Al mismo tiempo, aprende a manejar sentimientos como la alegría, el orgullo, la ira y la decepción.
En resumen: los juguetes son la clave de una personalidad sana y equilibrada.
¡Fomenta este desarrollo! Los juguetes nuevos reavivan el instinto natural de juego de tu hijo y lo convierten en una persona segura de sí misma.
Solo queda una pregunta: ¿qué juguete se adapta a cada grupo de edad?