Protección solar fiable
Para disfrutar del verano y del sol con tranquilidad, hay algo que no puede faltar ni en tu piel ni en tu bolsa de playa: la crema solar. ¿Cómo protegerse de forma efectiva frente a los rayos UV? ¿Qué factor de protección necesitas? ¿Y cómo se usa correctamente el protector solar? Todo esto y mucho más te lo contamos en esta pequeña guía para amantes del sol, tanto si estás empezando como si ya tienes experiencia.
¿Por qué es tan importante protegerse de los rayos UV?
Si quieres proteger tu piel del envejecimiento durante el mayor tiempo posible, especialmente en el rostro, lo mejor que puedes hacer es usar el tratamiento antiedad más eficaz que existe: cremas solares con un alto factor de protección. Las quemaduras e incluso el cáncer de piel también pueden ser consecuencia de exponerse al sol sin protección. La responsable es la radiación ultravioleta, o radiación UV, presente en la luz solar. Esta se divide en dos tipos: rayos UVA y rayos UVB.
Los rayos UVA representan la mayor parte de la radiación UV que llega a la Tierra. Son los que pueden provocar arrugas finas, manchas, textura desigual en la piel, poros dilatados y pérdida de colágeno.
Los rayos UVB son los culpables de las quemaduras visibles. Si no te proteges bien contra ellos, lo que notarás será una piel tirante y, en el peor de los casos, una dolorosa quemadura solar.
¿Qué tipos de protectores solares existen?
- La crema solar es el clásico entre los protectores. Tiene una base de aceites nutritivos, por lo que su textura es más densa y rica que la de otros productos. La ventaja: además de proteger contra los rayos UV, hidrata en profundidad. Es ideal para pieles secas o dañadas por el sol.
- La loción solar es una alternativa más ligera. ¿Cómo reconocerla? Si el primer ingrediente es agua, probablemente se trata de una loción. Es muy fácil de aplicar y perfecta para pieles más grasas.
- La leche solar es un todoterreno que sirve para todos los tipos de piel. Al contener más agua que grasa, se absorbe muy rápido, igual que la loción.
- El gel solar está pensado para deportistas y para quienes sudan con facilidad. Penetra mejor en la piel y resiste mejor el sudor que otros formatos.
- El spray solar es ideal cuando tienes prisa. Solo hay que pulverizarlo, sin necesidad de extenderlo. Muy útil, sobre todo con niños.
- El aceite solar combina protección con cuidado intensivo. Su textura más fluida permite aplicarlo fácilmente y dejar la piel suave.
- Los sticks solares son una de las últimas novedades. Permiten aplicar el producto de forma precisa en zonas muy sensibles al sol como la nariz, las orejas, la frente o los pómulos. También son perfectos para llevarlos siempre encima.
¿Qué factor de protección solar necesito?
El tipo de piel determina qué nivel de protección solar necesitas, porque la piel solo puede protegerse por sí misma durante unos pocos minutos frente a la radiación solar. ¿Cuánto dura ese tiempo de autoprotección? Depende de cada persona.
Justo antes de que se agote ese tiempo de autoprotección, deberías ponerte a la sombra o – y aquí entra en juego nuestro mejor aliado – aplicarte protector solar. ¿Y cómo saber qué factor de protección es el adecuado? Se puede calcular fácilmente.
La fórmula es: tiempo de autoprotección × factor de protección solar = tiempo de protección total al sol.
Es decir, cuanto mayor sea el número que aparece en el envase del protector solar, más tiempo estarás protegido.
¿Cómo funciona la crema solar?
Los protectores solares actúan a través de dos tipos de filtros:
Los filtros químicos penetran en la piel, capturan los rayos UV y los transforman en calor o energía lumínica. Son los más comunes en los protectores solares tradicionales.
Los filtros físicos o minerales están compuestos por pigmentos que actúan como pequeños espejos, reflejando los rayos UV en la superficie de la piel. Su ventaja es que suelen ser más respetuosos con la piel que los filtros químicos. La desventaja: no se absorben completamente y pueden dejar una capa blanca visible. Estos filtros se encuentran sobre todo en productos de cosmética natural.
¿Cómo se aplica correctamente el protector solar?
La regla más importante a la hora de aplicarlo es: usar una buena cantidad. Un adulto necesita unos 35 gramos, lo que equivale aproximadamente a un puñado o tres cucharadas soperas, para cubrir todo el cuerpo. Y atención: solo si aplicas una capa generosa podrás beneficiarte del factor de protección indicado en el envase y evitar quemaduras. La cantidad es adecuada cuando queda una fina película visible sobre la piel.
Algo importante a tener en cuenta:
Los filtros químicos no actúan de inmediato. Tardan entre 20 y 30 minutos en hacer efecto, así que no te expongas al sol justo después de aplicarlos. Además, es fundamental reaplicar el producto cada dos o tres horas. Eso sí: reaplicar no alarga el tiempo de protección total.
¿Qué zonas no deberías olvidar al aplicarte protector solar?
- La raíz del cabello y el cuero cabelludo
- Las orejas
- Los labios
- La nariz
- Las manos
- Los pies
- Los bordes del bañador o bikini
¿Qué protector solar es ideal para el rostro?
Cuando se trata de proteger el rostro, mejor evitar las leches solares densas. Lo más recomendable es usar cremas solares específicas para la cara, adaptadas a tu tipo de piel. Así, no solo proteges tu piel del sol, sino que también le das el cuidado que necesita. Estos productos se absorben más rápido, no irritan los ojos, se aplican con mayor precisión y aportan beneficios extra: ingredientes como ceramidas, vitaminas o coenzima Q10 hidratan intensamente, refuerzan la barrera frente a los radicales libres e incluso suavizan y tensan la piel. Otra buena opción es elegir una crema de día con protección solar incorporada.
¿Qué protectores solares son adecuados para pieles sensibles?
Si tienes la piel sensible, lo mejor es usar un protector solar sin perfume, alcohol ni conservantes. Los bloqueadores solares minerales, como los que contienen óxido de titanio o de zinc, son especialmente recomendables. También puedes optar por cremas solares para bebés o niños, ya que están formuladas para ser lo más suaves posible con la piel. Si además tienes la piel muy seca, elige un protector que aporte hidratación. Las emulsiones de agua en aceite son una opción ideal en estos casos.
¿Qué protector solar es adecuado para bebés y niños?
La piel de los más pequeños necesita un factor de protección muy alto, preferiblemente 50+, ya que es especialmente delicada. En principio, niños y adultos pueden usar el mismo protector solar, siempre que sea suave con la piel y no contenga perfumes.
Pero tan importante como el producto es cómo se expone la piel al sol. Estas son las reglas básicas que debes seguir con bebés y niños:
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Evita el sol directo al mediodía, entre las 11 y las 15 horas.
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Los bebés menores de un año deben estar siempre a la sombra y protegidos con ropa.
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La piel infantil solo cuenta con un tiempo de autoprotección de unos diez minutos.
¿Qué hacer si tienes una quemadura solar?
A veces, incluso usando buen protector solar, puede pasar: la piel se pone roja, arde, pica y aparece dolor de cabeza. ¡Alerta de quemadura solar! ¿Qué puedes hacer para aliviar los síntomas rápidamente?
- Sal inmediatamente del sol y refresca la zona afectada con una ducha fría o compresas húmedas.
- Además del agua fría, los productos after sun o, en casos más graves, los geles para quemaduras pueden ayudar a calmar la piel. Los geles con aloe vera o incluso con yogur resultan especialmente refrescantes. También son muy útiles las lociones calmantes con dexpantenol o caléndula.
- Hidrátate bien. La piel pierde mucha agua con la quemadura solar, así que es fundamental beber mucho líquido.