Atención, amantes de los perros
Todos sabemos que el perro es el mejor amigo del hombre. Como dijo Hildegard von Bingen (médico y erudita universal): «dale un perro al ser humano y su alma sanará».


Lo que realmente significa tener un perro:

  • hacer ejercicio regularmente:
salir a caminar y entrenar al aire libre es algo muy beneficioso para el sistema muscuesquelético de tu perro;

  • bienestar mental:
se puede decir que, al pasear con tu perro, hace que consigas salir mentalmente de larutina diaria causada por el intenso ritmo de trabajo. Después de ello, tendrás la energía renovada para afrontar nuevos objetivos;

  • psicoterapia animal:
no solamente el jugar con tu perro y entrenarlo puede ser el causante de ayudarte mentalmente. Realmente puedes contarle todo lo que has hecho durante el día. Te garantizamos sin dudas que te escuchará sin interrumpirte en ningún momento. Además, guardará siempre tus secretos sin reverlárselos a nadie ♥.
Los perros son verdaderos artistas del lenguaje corporal. Reaccionan ante la minima expresión, seguramente antes de que te des cuenta.
¿Alguna vez te has fijado que tu perro se comporta de manera distinta dependiendo de cómo estés tú? Si estás mal, sufre contigo. Y a la vez se pone contento y feliz cuando tú no paras de sonreír.
¡Te lee como si fueras un libro abierto!
Si entiendes y respetas su lenguaje corporal, tendrás el mejor y fiel compañero que puedas desear.
Antes de tener un perro en casa...
... debes reflexionar y hacerte unas cuantas preguntas:

  • ¿cuáles son mis planes para dentro de 10 / 15 años? Tu perro no se va a independizar para irse a vivir con la novia: todos los años que viva los querrá pasar a tu lado;
  • ¿tengo el tiempo suficiente para poder hacerme cargo de un perro? Si tienes un trabajo exigente o estresante, piensa que, sí o sí, tendrás que reservar unas horas al día para salir a pasear al perro, independientemente de si llueva o nieve;
  • ¿tengo paciencia para poder entrenar correctamente al perro? Piensa que cuando llega un animal nuevo a casa hay que dar un tiempo para conocerse, habituarse a las costumbres y horarios...
  • ¿la casa donde vivo es adecuada para el perro que voy a tener? Si vives en un espacio muy reducido quizá debas optar por un perrito de tamaño pequeño. En cambio, si vives en una casa grande o con campo, puedes ofrecer a tu perro un montón de sitio por donde correr;
  • ¿soy consciente del dinero que cuesta un perro? Alimentación y juguetes, cepillos, etc., el coste de las visitas al veterinario...
  • ¿y que, probablemente, tras el paso de los años estos costes vayan en aumento? Por desgracia, los perros también se enferman, hay que medicarles y, con el paso de los años, pueden llegar a tener más dificultades...
  • ¿qué nivel de suciedad / desorden puedo tolerar? Piensa que con una mascota en casa se llenará todo de pelos que volarán sin control hacia todos los rincones de la casa, además puede que destroce algún que otro mueble o accesorio muy querido...
  • ¿qué haré con el perro si me voy de vacaciones? Tal vez no pienses dar la vuelta al mundo pero en algún momento pasarás días fuera de casa. ¿Te llevarás el perro contigo? No todos los alojamientos admiten mascotas, necesitarás apoyo de tu familia o amigos para que se hagan cargo de tu perro. También hay residencias especializadas y personas que cuidan de las mascotas a domicilio.

Si has respondido a todas las preguntas con un «sí», cuentas con unos buenos requisitos para hacerte cargo de un perro :-)


Tener un perro no es ningún pasatiempo, es un estilo de vida con responsabilidades. Lleva mucho trabajo y cuesta no solamente dinero, sino también algún que otro problema. Pero si miras el lado de la alegría y el amor que te dan, puedes contra todo.
Consejito: ¿Echas de menos algún calcetín? No culpes a la lavadora... mira primero en la cama de tu perro. ¿Tampoco? Bueno, siempre puedes comprarte unos nuevos en nuestra sección de medias y calcetines.
Entrenando con el perro
Hay muchos métodos para realizar un entrenamiento exitoso y positivo.

Con la voz
Puedes elogiarle en casi cualquier situación. Ajusta las palabras y el tono de voz dependiendo de cada momento. Por ejemplo, al finalizar y resolver un ejercicio, puedes felicitarle fuerte y alegremente, mientras que en el transcurso de este, es mejor efectuar sonidos tranquilos para indicarle que está haciéndolo bien.

Con snacks
Un clásico: ¡los premios! En nuestras tiendas puedes encontrar los snacks adecuados para realizar unos buenos ejercicos.
Si quieres enseñar algo nuevo a tu perro y que lo aprenda de manera más activa, los premios son la mejor opción. Por supuesto, hay algunos perritos más glotones que consideran las hojas de hierba mucho más deliciosas que cualquier galleta, pero seguro que no te dicen «no» a ellas. De todos modos, hay quien quiere premiar a sus «hijitos» de una manera más especial, por lo que también se les puede dar algún trocito de queso, salsichitas de pavo, jamón...

Con juegos
Enseñar a tu perro jugando proporciona mucha más acción. Este tipo de estímulo es particularmente útil cuando quieres fortalecer más rápido y con más motivación lo que ya haya aprendido.
No recomendamos enseñarle cosas nuevas de esta manera. Los perros con un alto instinto de presa, de esta manera se abruman o sobreexcitan, lo que les dificulta el razonamiento. Al contrario, aumenta su frustración y fracaso.

Con contacto corporal
Los mimos se pueden incorporar fácilmente en un entrenamiento. Si tienes un perro que se excita rápido, las caricias pueden ser un ritual tranquilizador entre lecciones.