Cobertura:
Al elegir la cobertura de la pizza, hay innumerables posibilidades. La pizza margarita es la clásica que nunca falla, solo lleva salsa de tomate y queso. También soy muy populares las pizzas con mozarella, tomates, jamón, salami o champiñones.
A otras personas con gustos un poco más particulares les gusta con piña (hay dos bandos, a favor o en contra), rúcula, aceitunas o marisco.
¿No te gusta el tomate? Tranquilo, simplemente pasa de ello y haz la llamada «pizza blanca».
Una vez lista la pizza con sus ingredientes, hornéala unos 15-25 minutos a 230 °C (dependiendo del grosor). Estará lista cuando el queso esté derretido y los bordes de la pizza ligeramente dorados. Sácala del horno y disfrútala con tu pareja. Bon profit!