¡Muestra tus pies!
¿Dónde estaríamos sin nuestros pies? Nos acompañan paso a paso a través de la vida independientemente de la temperatura que haga; alguna vez a paso más ligero que otras. Por desgracia nunca les dedicamos la atención que necesitan, especialmente en invierno. Durante los meses más frios los tenemos encerrados en gruesos y calientes calcetines y botas. Pero, en realidad, nuestros pies necesitan casi el mismo cuidado que les damos a nuestro rostro, cabello o las uñas.

Las sandalias y demás zapatos abiertos están esperando a que los saques del cajón: a continuación te indicaremos cómo hacer que tus pies estén presentables en tan solo cuatro simples pasos.
Paso 1:

Date un relajante baño de pies. Esto no solo le hace bien a los pies, sino que, a la vez, relajará todo tu cuerpo y promoverá la circulación sanguínea.
Un baño de pies es importante para los pasos posteriores, ya que ayuda a suavizar las uñas y la durezas. ¡Importante! Sécate bien los pies, especialmente entre los dedos, para evitar el pie de atleta-

Sumerje los pies en el baño durante unos 10-20 minutos. La temperatura del agua debe ser agradable y no demasiado caliente. Para un efecto particularmente hidratante o revitalizante, puedes añadir aceites esenciales como el aceite de rosa o menta.
Paso 2:

Ahora es turno de las durezas.
Aquí puedes optar por varios métodos diferentes. Si, por suerte, no tienes apenas durezas, con una exfoliación te será suficiente. Por ejemplo, puedes prepararte un exfoliante casero: mezcle una cucharada de sal gruesa con una cucharada de aceite de oliva. Así obtendrás una exfoliación natural y nutritiva.
Si tus durezas son más gruesas, deberás usar una lima para pies o un cortacallos. Para evitar cortarte, es importante que tengas mucho cuidado y precaución. Cualquier persona que tenga los pies muy secos y agrietados debe acudir a un profesional, ya que el riesgo de lesiones e inflamación es alto.


Paso 3:

El cuidado de las uñas. Primero, la cutícula se debe empuja suavemente hacia atrás con la ayuda de un palito de naranjo. Te aconsejamos no cortarla, puede llevar a sufrir una inflamación.
Las uñas de los pies deben cortarse con mucho cuidado con la ayuda de unos alicates. Corta las uñas rectas, esto evitará que crezcan hacia dentro. Con una lima puedes redondear las esquinas y darles la forma deseada.

Paso 4:

¿Pies delicados? ¡La palabra mágica es hidratación!
Al igual que nuestras manos, las plantas de los pies no tienen glándulas sudoríparas y, por lo tanto, son propensas a la sequedad. Las cremas de cuidado especial, especialmente los bálsamos y el aceite de uñas para cutículas sensibles deberían formar parte de tu cuidado diario. Combinados con un masaje de pies, completan todo el ritual.

Consejo MÜLLER: aplícate crema antes de acostarte y ponte unos calcetines de algodón. Así, la crema podrá realizar su efecto durante toda la noche.
El último paso

Repite de forma regular los pasos del 1 al 4, y además puedes terminar el ritual dándole a tus uñas un toque de color. Puedes decantarte por un color fresco, oscuro o el moderno look nude.